FRAGA, NUNCA MÁS

La muerte del político español Manuel Fraga Iribarne a los 89 años de edad nos pone otra vez frente al tratamiento comunicacional de un personaje controvertido.
Fraga fue hasta el domingo 15 de enero la última gran personalidad viva del franquismo, la conciencia histórica de una de las etapas más oscuras de la historia española.

Fraga y Franco

La simple palabra “franquismo” esconde un significado mayor, el franquismo fue una dictadura brutal surgida de la Guerra Civil que ensangrentó a España desde 1936 a 1939, y que gobernó el país desde 1939 hasta la muerte del Caudillo Francisco Franco en 1975.

La dictadura franquista se mantuvo neutral en la Segunda Guerra Mundial pero con claras simpatías por la Alemania nazi (recordar Guernica) y la Italia fascista. Uno de sus lemas más conocidos fue “Una Patria, Un Estado, Un Caudillo” que parafraseaba el lema hitleriano “Un pueblo, un imperio, un Líder”, y tuvo su sustento ideológico en el falangismo de Millán Astray promotor de la consigna “Viva la Muerte!”.

Fraga se incorporó a la dictadura franquista en 1951 cuando en España estaban prohibidos los partidos políticos y los sindicatos, miles de españoles exiliados, entre ellos artistas, políticos e intelectuales y se perseguía con la cárcel y la pena de muerte a los resistentes.

Fraga avaló como Ministro las ejecuciones mediante la metodología medieval del Garrote Vil del comunista Julián Grimau en 1963, y los anarquistas Delgado y Granados en 1964; ya con el dictador muerto y siendo Ministro de Gobierno de la extensión artificial de la dictadura con Arias Navarro, fue el responsable de la represión del 5 de marzo de 1976 en la ciudad vasca de Vittoria contra una manifestación obrera que dio como resultado el asesinato de 5 manifestantes por balas de la Guardia Civil.

Este representante de la dictadura franquista terminó construyendo el puente que transitó la historia española hacia la nueva democracia, no sin antes pergeñar la llamada Ley de Amnistía en 1977 que impide hasta nuestros días que los crímenes de la dictadura sean revisados por la justicia, incluidos obviamente los del propio Manuel Fraga Iribarne, y que fuera impugnada hasta por las Naciones Unidas.

Los diarios argentinos y españoles, salvo raras excepciones, soslayaron en sus titulares el costado más oscuro del muerto Fraga, haciéndolo parecer a los ojos de la ignorancia histórica como un respetable político de la derecha.

En Argentina, para Clarín Fraga fue una “figura esencial de la derecha española”, para La Nación “un legendario dirigente”, para Ámbito “ministro de Franco y figura clave de la transición”, para Página 12 ”el último caudillo franquista” y para Tiempo Argentino “el fundador del PP”.

En España, para El País Fraga fue “Un líder de la dictadura a la democracia”, para el ABC el “arquitecto de la derecha democrática”, para El Mundo ”el que guió a la derecha hasta la democracia”, para La Razón “El padre del centroderecha español”.

Como se ve los medios se quedaron con el Fraga político que llevó a cabo el pasaje de la dictadura a la democracia luego de la muerte del Caudillo ignorando el costado esencial de su carrera.

Solo algunos medios vascos recordaron a Fraga por su pasado más oscuro, el diario Deia tituló “Muere Manuel Fraga sin responder por su pasado franquista”, y El Diario puso en portada “Muere Manuel Fraga, el que fuera ministro del interior en el 5 de marzo de Vittoria”.

Sin embargo más allá de los medios tradicionales muchos españoles recordaron con la suficiente memoria a Manuel Fraga.

Un oyente de la REN1 llamó para dejar sentada su opinión sobre el suave tratamiento que la prensa daba a la muerte de Fraga dejando en breves minutos una clarificadora semblanza del hombre de la dictadura, del mismo modo Manuel Trillo reeditó su “Carta al asesino Manuel Fraga Iribarne” y el periodista Iñaki Errazkin publicó una necrológica fuera de lo políticamente correcto titulada “Fraga, Nunca Mais”.

El Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, titular del Partido Popular cuya creación se debe al propio Fraga, despidió al muerto diciendo que era “uno de los políticos más grandes del siglo XX” destacando su “figura de rasgo ejemplar”. El ex presidente Aznar, presidente honorario del PP, lo calificó de “hombre bueno”, y hasta los opositores socialistas prefirieron recordar su rol en la transición a la democracia.

Solo la Izquierda Unida y los partidos nacionalistas vascos optaron por no unirse a la caravana laudatoria para el muerto.

El significado de la muerte de Fraga para los medios y la política es seguir manteniendo en la ignorancia y el olvido aquellas décadas oprobiosas de la historia de España.

Si Fraga hubiera nacido en la Argentina seguramente hubiese recibido la muerte en prisión por sus crímenes de lesa humanidad, pero murió en su España, libre, y en medio del recuerdo del olvido.

El último gran franquista se ha ido para siempre, Fraga, Nunca Más.

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2 Respuestas a “FRAGA, NUNCA MÁS”

  1. Claudio Alvarez Teran dice:

    Estimado Iñaki
    Agradezco su corrección y rectifico mi error conceptual.
    Desde la Argentina el personaje de Juan Carlos nos aparece como un simpático señor mayor con una forma de vida deseable, descafeinado y neutral
    Aprovecho la oportunidad de su contacto para felicitarlo por su obituario de Fraga, tan preciso y sincero, que me he tomado la libertad de citarlo y hasta de sustraerle el título.
    Un abrazo

    Claudio Alvarez Terán

  2. Amigo Claudio:
    Sólo unas letras para discrepar de la afirmación que hace usted al final de su nota. Fraga no era el último gran franquista. El último gran franquista sigue vivo y coleando y se llama Juan Carlos de Borbón, y funge todavía como rey de España.
    Saludos.
    Iñaki Errazkin