Hace unos días el Presidente Macri autoevaluó su primer año de gobierno con 8 puntos y esto desató un debate acerca de la justicia de esa calificación.
Para analizar la cuestión es esencial establecer el criterio a partir del cual se evalúa, y aquí es donde comienza la confusión. Macri fue claro en que evalúa su gestión de gobierno, ahora bien, ¿cuáles han sido los objetivos que se propuso?
La evaluación se hace en base a qué cosa se pretendía y a qué instancia de cumplimiento se llegó sobre esa pretensión inicial. Ponerse un 8 significa haber estado muy cerca del objetivo propuesto, por lo tanto el problema de la divergencia sobre la justicia de la calificación debe incluir el análisis de cual era el objetivo.
En base a esto es que estoy de acuerdo con la calificación que se puso el Presidente porque entiendo que sus objetivos fueron generar una transferencia de fondos desde el Estado hacia los sectores más encumbrados de la economía, favorecer un regreso a la financiarizacion de la economía, promover una recesión económica para combatir la inflación, impulsar una creciente apertura económica para productos importados, reducir los costos salariales para volver más competitivo el trabajo a nivel internacional, estigmatizar al gobierno anterior como corrupto para impugnar sus políticas, proponerse recuperar tarifas en base a eliminación de subsidios, potenciar el perfil extractivista y agrario de la economía nacional, desactivar el Mercosur y buscar alianza dentro del TTPI
De esos objetivos el gobierno concretó varios y estuvo cerca de concretar otros, sin desaprobar en ninguno, por lo cual un 8 es una calificación correcta.
Ahora si queremos evaluar a alguien en base a criterios distintos a los que se ha propuesto entramos en problemas.
Si consideramos como objetivos mejorar el estado económico de los más necesitados, impulsar la industria nacional, proteger el trabajo, aumentar los salarios, combatir el estancamiento mediante el consumo, mantener las alianzas estratégicas regionales, entonces la calificación con 8 puntos aparece como excesiva y alejada de la realidad. Pero no fueron estos los objetivos del gobierno por lo cual no deben ser estos los parámetros de su evaluación.
A partir de este caso surge ahora si con toda claridad aquella falacia tan políticamente correcta de «hay que apoyar a Macri porque si a Macri le va bien a todos nos irá bien». Hoy, con la autoevaluación presidencial ha quedado saldada la discusión sobre este punto, Macri se ha sacado un 8 y aprobado con creces su primer año de gobierno mientras la gran mayoría de los argentinos apenas han llegado al 4 de sus pequeños y terrenales objetivos.
Macri, yo también te pongo un 8
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