Artículo escrito por Francois Hartog, extraido del libro Historiadores, Ensayistas y Gran Público (Historiografía Argentina 1990-2010) de Fernando Devoto, en el cual se intenta explicar qué cosa es la Historia en la actualidad, donde el tiempo presente es el tiempo dominante.
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El Historiador en Un Mundo Presentista
Entradas del mes agosto, 2010
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- Ago
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- 15
- Ago
- 2010
Un video controversial que en Youtube requiere la certificación de la edad, porque pareciera que la desnudez resulta subversiva o bien se intenta ocultar detrás de la prevención de la desnudez la provocativa intención de la letra de este tema de Calle 13.
CALLE 13 CALMA PUEBLO from PACOAGUAYO on Vimeo.
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- Ago
- 2010
Una brigada blindada polaca se detiene y hace blanco con una casa en Afganistán, volándola solo por placer.
La información fue suministrada por el diario «Rzeczpospolita» y en el video puede escucharse (en polaco) la frase «Qué bonito!».
La comandancia de los casi 2.500 efectivos polacos que se encuentran en Afganistán admitió que se trató de una acción «solo para divertirse».
La vida vale nada en Afganistán
- 5
- Ago
- 2010
Entre las cosas atractivas de la cultura norteamericana está su capacidad por definir en breves conceptos cuestiones esenciales, frases como “El tiempo es dinero” (Time is money) o el “Estilo de Vida Americano” (American Way of Life) son la prueba de la capacidad de utilizar cuatro palabras para clarificar conceptos complejos y esenciales.
En este sentido los norteamericanos para concretar lo que consideran esencial en cualquier discusión política han acuñado una frase muy usualmente pronunciada en tiempos de campañas electorales: “Es la economía, estúpido!” (The economy, stupid!). Esta frase lo que hace es enfocar lo obvio: el debate político en los Estados Unidos se centra en la cuestión económica. Esto es así porque hay una fase de la discusión política que los norteamericanos ya han resuelto, la cuestión de quién detenta el poder. El poder en Estados Unidos está en manos de los grandes intereses económicos, esa es una realidad que solo pequeñas minorías se permiten discutir.
En cambio en nuestro país la gran cuestión de la política todavía sigue siendo un factor inconcluso: quién tiene el poder. Por eso para definir la esencia del actual debate político argentino bien podríamos parafrasear aquella idea de los norteamericanos diciendo: “Es el PODER, estúpido!”.
Durante el siglo XX la Argentina se desgarró en un permanente tironeo por definir esta cuestión: oligarcas, conservadores, radicales, fascistas, liberales, peronistas, reaccionarios, militares, cipayos, patria financiera, patria contratista, generales de la industria, grupos económicos, patria sojera, neoliberales, todos ellos intentado definir la cuestión del poder, quién toma las decisiones, quién manda.
La década del 90 parecía haber zanjado para siempre esta disyuntiva: el Mercado se había convertido en el protagonista central del escenario, musculoso, soberbio y todopoderoso. Ya creíamos saber quién tenía el poder.
Pero la primera década del siglo XXI, luego de la fenomenal crisis existencial con que se abrió la centuria, puso sobre la mesa nuevamente aquella discusión, y el Estado a partir de las presidencias de Nestor Kirchner y Cristina Fernandez se decidió a volver a pulsear por el poder.
De eso se trata nuestro intenso debate político actual: Es el PODER.
La fuerza arrolladora y el talento político con los que el Estado asumió su posición de poder durante esta década inicial del siglo tomó por sorpresa a aquellos que pensaban que aquel partido estaba definido.
El poder es una ecuación de suma cera: cuando algo o alguien avanza hay otro que retrocede, cuando algo o alguien ocupa espacios de poder hay otro que los abandona.
El poder financiero, el poder rural, el poder eclesiástico, el poder mediático, el poder industrial, han visto retroceder sus posiciones a manos de un Estado decidido a cumplir su rol de representante de la voluntad popular. Y allí radica el corazón de este embate opositor como pocas veces se ha visto, una conjunción de posiciones que siendo muy diversas, con intereses contradictorios y hasta opuestos (Sociedad Rural y Federación Agraria, ruralistas e industriales, Clarín y La Nación, Monseñor Bergoglio y Rabino Bergman) han hallado en la pléyade de políticos caídos en desgracia con ambiciones gerenciales (Carrió, Cobos, Sola, Rodriguez Saa, Duhalde, etc.) o ricos herederos mediáticos con disposición a liderar proyectos reaccionarios (Macri, de Narvaez) los ocasionales representantes de sus intereses.
El debate argentino de hoy no es sobre jubilaciones, retenciones, importaciones, política exterior, seguridad, pobreza o producción, no, es sobre quién es el que toma las decisiones en estos y otros temas. Es sobre el PODER.
Y en estos temas en el que aquellos profesantes del dios Mercado creían haber ganado merecida y definitivamente su lugar, hoy se ven obligados a observar desde una incomoda posición picada hacia arriba, desde abajo del escenario, como son los representantes del Estado los que toman decisiones.
Es esta la razón por la cual les resultan tan importantes las formas en cómo actúa el gobierno, porque las formas hacen al fondo: tomar decisiones políticas, desde un rol político y en función política, es para ellos “autoritario” y “antidemocrático”, es que alguien que no sea ellos esté decidiendo sobre lo que habitualmente ellos han decidido, por sí o a través de sus gerentes verde oliva o políticos de turno, resulta inadmisible, incomprensible, anormal.
La disputa actual y mucho más, la disputa que se viene con miras al objetivo Elecciones 2011 es una disputa esencial. No se trata de ninguna agenda circunstancial. Ningún tema prioritario que surja de las encuestas de opinión pública.
Cuando semejante concentración de figuras desplazadas o en camino de ser desplazadas de sitios de poder se aglutinan al otro lado de la orilla en que se encuentra el poder ejercido por los representantes del Estado, resulta sencillo decidir de qué lado colocarse, al menos para mi.
Es el PODER, estúpido!
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- Ago
- 2010
- 1
- Ago
- 2010
En nuestro anterior post abordamos un tema que lógicamente iba a destar una profunda polémica. La portada del último número de la revista Time mostrando una mujer afgana mutilada por negarse a conducirse según las normas musulmanes tradicionales para el género femenino hizo eclosión en la red.
El blog Boing-Boing fotoshopeo la portada y modificó la leyenda original que decía «Qué sucederá si abandonamos Afganistán», aludiendo a la presencia militar norteamericana en ese país; por otra lectura de la misma foto. Dice: «Qué cosas todavía suceden a pesar de 10 años de ocupación en Afganistán».
Una misma foto, diferentes lecturas de la realidad.