Recordamos aquella frase que pasó a convertirse en el mascarón de proa del buque insignia menemista en los 90: “Ramal que para ramal que cierra”, un texto que expresaba con claridad la idea de arrasamiento del Estado a sangre y fuego, sin ningún espacio para el debate, sin conceder ni un paso atrás.
Cuando aquellas políticas parecen en Argentina ya más cerca de los libros de historia que de las páginas de los diarios, luego superadas por el impacto producido por la fenomenal crisis del año 2001 que ayudaron a generar, resulta por lo menos llamativo visitar los periódicos españoles y leer como si fuesen ecos de nuestra realidad sonando del otro lado del Atlántico 15 años después.
El gobierno socialista (¡?) español de Rodriguez Zapatero acaba de anunciar que se estudia el cierre de 29 ramales ferroviarios para reducir gastos del Estado, afectando a más de la mitad del territorio ibérico y el servicio en 24 capitales de provincia.
“El recorte de (salarios a) los funcionarios, la congelación de las pensiones, la subida de impuestos o la retirada de inversiones distan mucho de ser suficientes para alcanzar la consolidación fiscal que LOS MERCADOS EXIGEN a España antes de devolverle el oxígeno del crédito cerrado desde hace un mes”, afirma el artículo de la edición de hoy del diario ABC de Madrid, deben continuarse los recortes presupuestarios del Estado y enfocar a los llamados servicios públicos deficitarios. Cabe recordar que los ferrocarriles españoles son subvencionados por el Estado.
Pero los recortes del servicio de transporte español no se quedarían en la supresión de estos ramales sino que se estima que los proyectos de ampliación de las redes del Tren de Alta Velocidad previstos quedarán cancelados indefinidamente, y también se establecerán peajes en las rutas que cruzan la península.
La «cultura del todo gratis” debe llegar a su fin, advirtió el ministro de fomento José Blanco.
Y todavía hay quienes dicen que la Historia es la forma de aprender de las experiencias para evitar repetir errores. Pareciera que no siempre es así.
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